La llegada del primer hijo es trascendental en la vida de cualquier persona. No solo se trata de un proceso lleno de emoción y adaptación, es también un periodo de muchos cambios, sobre todo financieros: desembolsos de dinero en las visitas al ginecólogo, la adquisición de muebles, ropa e, incluso, pañales para el bebé, entre otros. ¿Cómo puedes preparar tus finanzas para este momento?

Seguro, seguro.

Tener el respaldo de un seguro es importante, ya sea uno de gastos médicos, de vida o para la educación. Lo ideal es tener los dos primeros antes del embarazo, para cubrir ciertos temas, como el parto. Sin embargo, es muy importante revisar las condiciones de cada uno, porque por ejemplo, hay algunos que cubren partos naturales y otros no. Es importante hablar con un asesor de seguros que ayude a analizar qué conviene más y saber, por ejemplo, cómo se puede incorporar al bebé anticipadamente.

Es importante contemplar el seguro de vida y es rápido de tramitar. Se pueden asegurar ambos padres, o por lo menos, aquel que genere mayores ingresos. En tanto los seguros de educación, hay de muchos tipos y es importante tramitarlo antes de que el menor entre a primaria. Claro, no todos los seguros se deben adquirir al mismo tiempo; puedes empezar con gastos médicos y seguir con el de vida, para uno o dos años después adquirir el de educación.

Haz un presupuesto que considere todos los aspectos.

La mayoría de los nuevos papás se sorprenden con los costos médicos del primer año de vida del bebé. En visitas al pediatra y todo el programa de vacunas, se puede gastar una pequeña fortuna. Prevé estos gastos y procura tener un ahorro para ellos.

También se deberá considerar si es que el pequeño deberá entrar a una guardería y si ésta tendrá un costo para los papás, en caso de que la mamá no esté afiliada a alguna instancia de salud pública. En este caso, se deberá buscar opciones y considerar lo que habrá que pagar en cada uno, para así tomar la opción que mejor se ajuste al presupuesto. Hay desembolsos que son mucho más altos de lo que los padres pensaban ya que incluso hay colegios que requieren un pago único para entrar a la escuela, además de la inscripción, la colegiatura, los libros, los materiales y tal vez hasta el uniforme.

Por otra parte, también es el momento de tomar decisiones sobre ciertos gastos que podrían parecer pequeños pero que vaya que suman. Los pañales, por dar un ejemplo.  Si vas a considerar el uso de pañales desechables, prepárate para una cuenta grande en el súper.  Tal vez no sea tan mala idea el usar pañales de tela; hoy ya hay opciones amigables con el medio ambiente y el bolsillo, que podrían ser una opción. También considera el gasto en toallitas húmedas, pomadas, etc. Lo ideal es que planifiques un presupuesto para esto y, de ser posible, anticipes algunas compras.

Haz mundo y entra a la economía circular.

Sí, ir a comprar todos los muebles nuevos para el cuarto del bebé es muy emocionante pero piensa que esa cuna la va a utilizar muy poco tiempo y ese disfraz precioso de Campanita se lo pondrá una vez a lo mucho, porque los bebés dejan la ropa muy rápidamente.  Considera entonces utilizar algunas cosas de segunda mano, ya sea que te las regalen o las compres.  Hay tiendas físicas y páginas especializadas en redes sociales donde se ofrecen todo tipo de artículos para bebés y niños.  Claro, hay cosas que no es recomendable comprar de segunda mano por más que uno quiera apoyar al planeta. Por ejemplo, los asientos para el auto porque, aunque no lo creas, caducan. 

Pon tus papeles en orden.

La idea de hacer un testamento suele ponerle los pelos de punta a mucha gente. Sienten que es como llamar a la mala suerte. Sin embargo, es algo fundamental si quieres proteger a tus hijos. No solo porque puedes determinar qué pasa con tu patrimonio (casa, ahorros, inversiones, etc.), sino también porque es el documento donde se formaliza quien se hará cargo del pequeño si tú y/o tu pareja faltan y quién se desempeñará como albacea. Aprovecha que septiembre es el mes del testamento y sale más económico. Ya que estás ordenando tus papeles, también considera quiénes son tus beneficiarios en tus cuentas de ahorro e inversiones, y en tu seguro de vida. Y ojo, generalmente los menores de edad no pueden serlo.

Revisa el monto de tu ahorro de emergencia.

No es lo mismo el ahorro de emergencia para uno que para dos, tres o más.  Así que hay que incrementar ese colchoncito y considerar mínimo entre tres a seis meses de gastos. Hay que tener en cuenta este ahorro antes del nacimiento del bebé porque, desafortunadamente, a veces surgen problemas durante el alumbramiento que implican una hospitalización.

Domicilia todos los gastos que puedas.

Aprovecha la vida digital y domicilia todos los gastos que puedas: gas, luz, servicio de internet, etc.  Esos primeros meses de vida del bebé son una locura para los padres y es muy fácil que se te olvide hacer algún pago.  Y nadie quiere quedarse sin agua caliente cuando está cubierto en reflujo (perdón, esa es la realidad) o tiene una gran cantidad de ropita para lavar.

Detente antes de asumir un gran gasto.

Vives en un pequeño departamento y llega el bebé. ¡Qué ganas de mudarse a un lugar más grande o incluso comprar una casa! Pero ojo antes de asumir gastos grandes. Es mejor esperar un poco, incluso dos o tres años, antes de comprometerse con un gran gasto que, además implica otros: si pasas de dos a tres recámaras o se duplican tus metros cuadrados, entonces también tendrás que comprar muebles nuevos. Es mejor tener una idea más clara de la realidad de ser una nueva familia y lo que eso implica en términos monetarios, antes de tomar una gran decisión financiera.

Utiliza las opciones que te ofrece tu tarjeta de crédito y/o momentos promocionales para realizar grandes compras.

Ok, decidiste que sí es necesario cambiarte de tu departamento de una recámara a uno de dos. Entonces, sé un comprador inteligente y para amueblarlo aprovecha las opciones de meses sin intereses o compras diferidas que te ofrece tu tarjeta de crédito o momentos promocionales como el Buen Fin.  Aprovecha las herramientas de cálculo de intereses y pagos mensuales de estas compras diferidas que te ofrecen algunas plataformas financieras digitales para organizar y planear mejor tus egresos futuros. Compara precios en diferentes tiendas antes de las temporadas de rebajas para asegurar que estas sí sean rebajas de verdad.

Si quieres m´ás consejos, puedes revisar varios blogs especializados en finanzas personales.