Cómo afecta el divorcio a un niño

Decidir separarte de tu pareja puede tomarte mucho tiempo y vas a considerarlo doblemente si hay hijos de por medio. Por ello, hoy deseamos abordar el tema de cómo afecta el divorcio a un niño, de acuerdo a su edad.

No vamos a mentirte, decidir poner fin a tu matrimonio no es fácil y van a existir muchos factres que debes considerar. Sin embargo no debes olvidar que lo más importante es brindarle un ambiente sano, armonioso y seguro a ti y a tus hijos que están en pleno desarrollo.  

De acuerdo con un artículo, Cristina Noriega, doctora en psicología y autora del libro “Divorcio, ¿cómo ayudamos a los hijos?”, explica las diferencias que vive cada niño de acuerdo a su edad. 

Las consecuencias del divorcio en los niños según la edad:

0-2 años

En esta etapa los bebés son más sensibles y aprenden a identificar bien a sus padres. Aunque no lo parezca, los cambios que pasen en su entorno los perciben, por lo que va a ser capaz de notar la ausencia de papá o mamá. Saber si volverá o no, les causa angustia y lo manifestarán con llanto, irritabilidad, alteraciones de sueño, alimentación. 

Pese a la separación, ambos padres deben hacer el esfuerzo de que su bebé continúe con una convivencia habitual con papá o mamá, dependiendo el caso. Así como mantener rutinas y hábitos que le permitan sentir confianza y seguridad. 

2-3 años

Alrededor de esta etapa un niño está en pleno desarrollo psicomotor, aprendiendo el control de esfínteres, aprendiendo a dormir por sí solo, y comienza a hablar más. Sin embargo, es posible que con la separación de sus padres, el bebé pueda manifestar lento desarrollo en los aspectos antes mencionados. 

Como el menor es más grande, ninguno de los padres puede perder contacto con su hijo de manera abrupta. Los límites sanos y amorosos serán la clave en esta transición ya que a esta edad los pequeños comienzan la etapa del “no”. Recurran mucho a los juegos, ya que estos le ayudarán a expresar sus emociones. 

También podrá ser evidente que el niño manifieste ira, rabia y tristeza, y no sepa manejarlas, pues está en el pleno aprendizaje del control de sus emociones. Si muestra conductas regresivas como chuparse el dedo o pierda el control de esfínteres, no lo regañes, poco a poco volverá a aprenderlo. 

3-5 años

En esta etapa, tu hijo ha adquirido la capacidad para imaginar, crear historias, y le encanta hacer preguntas. Creen que el mundo gira entorno a ellos, por lo que es probable que tu hijo piense que la separación entre papá y mamá es a raíz de que él se portó mal o hizo una travesura. 

Es súper importante hablar con tu hijo e insistir que el divorcio no es su culpa. Papá y mamá deben demostrarle con acciones (no regalos) su amor para que no piense que va a ser abandonado, ya que a esta etapa puede aumentar el miedo a estar solo. 

Si comienza a manifestar cambios en su conducta corríjanlo explicándole las consecuencias de sus acciones. Es muy importante que las rutinas y hábitos se mantengan para que él sienta seguridad y estabilidad en su vida. 

6-12 años 

Debido a su edad, el divorcio de papá y mamá es más evidente para ellos y aunque tienen dudas al respecto es posible que no sepan cómo abordar el tema porque temen preocupar a sus padres, que los ignoren o regañen. 

Es normal que los hijos quieran ver a sus papás nuevamente juntos, sin embargo pueden sentirse traicionados, tristes y muy enojados si esto no sucede. Esta misma situación puede generar pesadillas, regresiones, o sentimientos de abandono. 

Es muy importante explicar lo que es un divorcio porque tienen la capacidad de comprenderlo (sin entrar en detalles de la separación), manifestarles que ninguno de sus dos papás va a abandonarlo y demostrarle con acciones su amor. 

Por último, apóyense de su profesora para saber si esta situación no está afectando su proceso de desarrollo, atención y aprendizaje.

Adolescentes 

Esta fase de crecimiento suele ser muy importante porque se encuentran en la búsqueda de su propia identidad, sin embargo pueden abordar mejor el tema de la separación con ellos ya que el diálogo y la comprensión puede darse con mayor facilidad.

A pesar de ello, los padres deben estar conscientes de que a esa edad pueden surgir sentimientos de miedo, inseguridad o soledad, mismos que los harán actuar “rebeldes” para poner a prueba a sus padres y confirmar que siguen los límites y que ellos se mantendrán a su lado. 

Asegúrense de hacerlos sentir seguros y en compañía. Jamás conviertan a su hijo en su pareja, padre o confidente. Además es muy sano que el hijo siga en contacto con papá o mamá (de su mismo sexo) para seguir construyendo su identidad sexual. 

Esperamos que esta información te sea útil para saber cómo ser una guía de tu hijo mientras se vive el proceso de divorcio, y no para que te haga dudar sobre si mantenerte en una relación que ya no te hace sentir plena.