Antes de empezar quiero que sepas que perder la paciencia con tu hijo no te hace mala madre, eres humano y claro que esto nos ha pasado a todas.
Cuando llega ese punto donde estamos a punto de estallar no sabemos cómo lidiar con esto, y es que muchas veces entre las actividades diarias, el trabajo, los pendientes, los problemas que puede haber con tu pareja, amigos, familia, etc. Son una bomba de tiempo si le sumamos el descontrol de los pequeños, ¿qué podemos hacer?
Pues toma nota, puede que algo de esto te sirva.
1. Date un tiempo
Date un tiempo en el día, no pasa nada si tienes niños pequeños y los pones en un lugar seguro usando un corral, o si es que tienes un espacio designado para sus juegos qué mejor.
Ve, siéntate y relájate un par de minutos; si tus pequeños son más grandes puedes contemplar la opción de contratar una niñera para salir un viernes por la noche con tu pareja o amigos, fija ciertas actividades semanales, quincenales o mensuales que te ayuden a despejar la cabeza y deja los temas de mamá al cerrar la puerta.
2. Mantén recuerdos alegres
Por difícil que parezca, en un momento crítico puedes siempre tener presentes momentos que hagan contrapeso con la sensación de enojo y frustración. Recuerda que son un regalo divino que debemos disfrutar.
Sí, hay que poner límites, correctivos y educar bajo ciertos lineamientos, pero no podemos pasarnos la vida gritando y quejándonos.
3. Es momento de papá
Oh sí, para las parejas que tienen peques en casa es importante saber que los roles no son exclusivos de nadie y papá puede echarte una mano para que puedas disfrutar de un fin de semana o unas vacaciones con la familia o amigos.
4. ¡Aplaude!
No es broma, existe una liberación física cuando realizas ese movimiento, así que cierra los ojos, respira hondo y pega unas buenas palmadas.
Sacude las manos y toma un vaso de agua, no es el fin del mundo. Recuerda que estamos empezando a recorrer este largo camino llamado maternidad.
Así que no explotes a la primera, siempre hay una alternativa lo importante es que sepas que es normal perder la paciencia con nuestros hijos, pero puedes mejorar.
Te compartimos un artículo de paternidad activa que seguro te ayudará.