cesárea

Aunque la cesárea se recomienda en situaciones de riesgo para el bebé o la mamá, se ha convertido en uno de los procedimientos más comunes para las embarazadas, en algunos casos, solo por estética, pero qué tan recomendable es o en qué casos es verdaderamente una opción.


Si tu bebé tiene una mala posición o tu embarazo es de alto riesgo es posible que tu especialista te recomiende un parto por cesárea. Así que es importante que tomes en cuenta algunos aspectos básicos para que todo salga bien.

Generalmente, las cesáreas son seguras, pero contrario a un parto vaginal, implican un procedimiento quirúrgico más complejo y una incisión que deja una cicatriz de la herida. A diferencia de lo que ocurría antes, hoy en día no implica grandes cortes y existen diferentes tipos de cesáreas, entre ellas, la estética, que es una buena alternativa para quien no quiere que sea tan visible.

La cesárea estética o corte de bikini se hace en forma horizontal y ofrece muchas ventajas como menor riesgo de hemorragia, se dañan menos fibras musculares y la cicatriz es menos visible, ya que queda en la parte inferior que fácilmente se cubre con la ropa interior. Lo cual hace que sean muy populares y preferidas por muchas mujeres; además cuenta con menor tiempo de recuperación y dolor.

Sea cual sea la opción que quieras, consulta con tu médico cuál es la adecuada para tu caso. Si te someterás a este procedimiento no te olvides de los cuidados generales.

Cuidados generales posteriores a una cesárea

  • Un punto básico es la higiene diaria. Aunque te vas sentir adolorida, es necesario que tus procesos de curación/limpieza de la herida los lleves en tiempo y forma.
  • Usa ropa holgada, pues la ropa ajustada te puede provocar irritación en la herida.
  • No hagas ejercicio ni esfuerzos, recuerda que tienes una herida profunda y es mejor no exponerte a un riesgo. Toma en cuenta que movimientos como agacharte o levantar objetos pesados representan un riesgo.
  • Lleva un control del progreso con tu herida para que puedas notar si hay signos anómalos que puedan indicar una infección, como fiebre alta, pus en la herida, aumento progresivo del dolor, enrojecimiento o hinchazón para consultar a tu médico de inmediato.