Aserrín Aserrán

Madre, quiero decirte que hoy que soy una mujer adulta y que he buscado mi independencia, comprendo como nunca tu papel de mujer que maternó sola, pero que además lo hiciste con tanto amor y respeto. Esta carta a mi mamá que me crió sola es también un reconocimiento al gran trabajo que hacen las mamás solteras.

Carta a mi mamá que me crió sola

¡Gracias, mamá! Hoy entiendo que no fue fácil, que no tuviste una vida feliz en pareja y, como mujer, eso debió ser doloroso, pero que además te quedaste sola con dos hijas, con la responsabilidad y el GRAN reto que implica ser mamá soltera, criar, educar y sacar adelante a dos mujeres sin contar con el apoyo de papá.

Mamá, si en algún momento te lo cuestionaste o te lo has preguntado, SÍ lo hiciste muy bien. Me enseñaste y me formaste desde el amor, fuiste y sigues siendo mi guía y la persona que me apoyó incondicionalmente para que pudiera cumplir mis metas.

Hoy comprendo que si en algo te juzgué o critiqué estaba completamente equivocada, y no porque hayas sido la mamá perfecta (nadie lo es), sino porque hiciste lo mejor que pudiste, con las herramientas que tenías en tus manos.

Lo que nadie me dijo de ser mamá soltera

Gracias infinitas, mamá, por enseñarme el valor que tiene amar a una persona sin esperar absolutamente nada a cambio. Ahora que soy adulta entiendo que ese es el verdadero amor y es el más puro.

Ahora que soy una mujer adulta te libero de cualquier dolor que creí que me habías ocasionado, elijo sanar mis heridas desde el respeto y el cariño que tengo por ti.

Hoy te acepto tal cual eres, tal cual fuiste, porque entiendo que tú tienes tus propias heridas, muchas de las cuales ocultaste y no sanaste porque no había tiempo, preferiste tomar tu papel de mamá, olvidándote de ti como mujer.

Gracias, mamá por formarme y porque, directa o indirectamente, me mostraste una guía de los caminos que podía tomar, gracias a eso soy una mujer con otra visión de la vida. Por eso te honro y te respeto aún más. ¡Te AMO!