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Si estás pensando en invertir en una nueva cama para tu hijo, te recomendamos que conozcas las camas Montessori, sus características y por qué se están volviendo la mejor opción hoy en día para los más pequeños de la casa.

Es bien sabido que la educación Montessori ha sido reconocida porque alienta a los niños a ser autónomos e independientes, potenciando su proactividad al descubrir el entorno que les rodea. 

Si bien las generaciones anteriores no prestaban atención a este tipo de detalles, como la cama de un niño, los padres en la actualidad se han interesado mayormente en las necesidades que sus hijos tienen para desarrollar su aprendizaje, alentar su descubrimiento por el mundo y sobretodo su comodidad.

Los beneficios de las camas Montessori

Si al pensar en una nueva cama para tu hijo lo único que te interesa es que tenga un diseño bonito, vas por mal camino. Te recomendamos buscar una opción que le garantice seguridad y un sueño profundo, esencial para el crecimiento y el bienestar de tu pequeño. Si crees que eso es todo lo necesario para elegir la mejor cama de tu hijo, nuevamente te equivocaste, la cama de tu hijo debe proporcionarle libertad de movimiento de acuerdo a la etapa de desarrollo que esté viviendo. 

Es necesario que sepas que las camas inspiradas en los principios de la educación Montessori son más bajas, por lo que el colchón prácticamente se coloca al nivel del suelo. Sus beneficios son múltiples, en comparación con las camas de diseño convencional.

  • Estimulan la autonomía e independencia. Estas camas no solo están adaptadas al tamaño de los niños sino también a su nivel de desarrollo. Permiten que el niño adquiera una mayor autonomía desde una edad temprana, es decir, le facilita el descubrimiento de su entorno, ya que puede subir y bajar cuando lo desee. Además, el hecho de poder acostarse cuando tenga sueño facilita la toma de decisiones autónomas.
  • Son seguras. Dado que las camas Montessori se encuentran prácticamente al nivel del suelo, no existe la posibilidad de que el pequeño se caiga y lastime. Además, al eliminar los típicos barrotes de las cunas, también desaparece el riesgo de que el bebé se quede atrapado entre ellos.
  • Fomentan el aprendizaje. Las cunas infantiles limitan la libertad de movimiento de los bebés, quienes deben quedarse en ellas hasta que lleguen los padres a sacarlos. La experiencia de estar “encerrados” no suele ser muy agradable para algunos pequeños. Las camas Montessori, al contrario, les brindan la libertad de moverse por la habitación y descubrir su entorno, sin la ayuda de los adultos, de manera que fomentan el aprendizaje autónomo.