Aunque parezca increíble, los videojuegos pueden tener algunos beneficios para que los niños desarrollen ciertas habilidades. Eso sí, siempre con moderación.

Los videojuegos pueden tener algunas ventajas para que los peques mejoren ciertas habilidades. Con esto no queremos decir que los niños deben estar pegados 24/7 a ellos, recuerda que la clave está en hacerlo con moderación.

Beneficio de los videojuegos

Cuando los videojuegos son usados de manera correcta pueden tener los siguientes beneficios:

  • Mejoran la lectura

Existen varios estudios que sugieren que la lectura mejora levemente en niños que presentan dificultad para leer. Esto se debe a que en los videojuegos aparecen textos rápidos que exigen cierta agilidad de lectura. Lo mismo pasa con la comprensión lectora; algunos juegos te piden descifrar acertijos o seguir instrucciones y eso fortalece la capacidad de análisis. Aunque, claro, nada sustituye el hábito de la lectura.

  • Conexiones sociales

Algunos niños tienen problemas para integrarse o comunicarse con otras personas, y los videojuegos permiten conectarlos con otros pequeños. Los videojuegos también suelen ser tema de conversación en la escuela, así que lo puede ayudar a tener de qué hablar.

  • Imaginación y creatividad

Existe evidencia de que niños que juegan videojuegos pueden tener estímulos imaginativos a la hora de redactar o leer para comprender mejor y dar a entender sus ideas de manera más fluida.

  • Competitividad, valores y respeto

Existen torneos en diversas plataformas que muchas veces ellos conocen bien, y es responsabilidad nuestra encaminar la comprensión de un segundo, tercer o décimo lugar, obviamente la competitividad puede tener efectos muy positivos pero siempre hay que aterrizar las cosas de forma que nuestros hijos sean pacientes, respetuosos y obviamente a ser sanos competidores.

  • Adquieren habilidades manuales

Los videojuegos requieren una gran coordinación visual y manual, y la adquisición de habilidades manuales. Se estimula la memoria y la capacidad para retener conceptos numéricos e identificación de colores.

Pero también tienen desventajas

En esta nota te compartimos algunos puntos de cómo la tecnología puede afectar a los peques, y los videojuegos no son la excepción.

  • Pueden generar una adicción: ¿has oído hablar de la ludopatía? Se trata de una obsesión por el juego. Por decirlo de alguna manera, el niño pierde el control sobre el juego y siente la “necesidad” de jugarlo. Hay algunos casos en los que al privarlos de acercarse a ellos, aparece el síndrome de abstinencia y, muchas veces, eso genera un comportamiento violento o irritable.
  • Individualismo: se antepone el uso del videojuego a otras actividades como el deporte, la lectura o el contacto con los amigos. Se produce una ruptura con la vida social, llevando a un aislamiento de consecuencias nefastas.
  • Pérdida de la noción de realidad: en los casos más graves, la práctica excesiva de estos juegos lleva al niño a una huida del mundo real encerrándose en otro virtual.
  • Algunos problemas de salud: el uso excesivo de los videojuegos provoca un mayor riesgo de desarrollar un sedentarismo, y con ello obesidad o sobrepeso. También pueden pueden aparecer molestias en los ojos (irritación), dolores de cabeza, dolores musculares y tendinitis (por el uso del control).

Aprende a poner límites

El Departamento de Pediatría de la Clínica Universidad de Navarra recomienda que la clave del asunto está en entender que el uso de los videojuegos puede ser beneficioso o perjudicial dependiendo de cómo los usemos y mucho de ello depende de los límites que tú le establezcas. Aquí van algunas recomendaciones:

  • Establece un horario y tiempo dedicado a su uso: se sugiere que los niños no pasen más de tres a la semana jugándolos.
  • Vigila el contenido: asegúrate de que sean los adecuados para la edad de tus hijos. Un buen tip es que puedes ponerte a jugar con ellos la primera vez para ver que no contengan ningún peligro.
  • Úsalos para unir a la familia: a veces, los peques se refugian en los videojuegos para llenar una falta. ¿Por qué no lo conviertes en una actividad familiar? Eso puede fomentar la comunicación y el contacto entre la familia.
  • No los satanices: recuerda que con un uso adecuado pueden cumplir una misión educativa, eso sí, no debe ser la única, completa con otras actividades como el arte, el deporte o la lectura.

Así que ya lo sabes, todo con medida, nada con exceso, mantener un equilibrio será positivo y repercutirá en todos los aspectos de su vida.